El hábito de fumar tiene un marcado efecto acelerador de la enfermedad arterial, tanto a nivel coronario, vascular periférico y carotídeo. A nivel coronario incrementa el riesgo de sufrir el primer evento coronario, y multiplica por 4 la posibilidad de sufrir el segundo.

Dentro de los factores de riesgo es el único sin predisposición y tiene un alto componente psicosocial que dificulta su abandono. Los métodos actuales para dejar el consumo son útiles, pero a nivel de un bastón. Si el paciente QUIERE andar el bastón ayuda.. pero jamás andará solo. Con los tratamientos de discontinuación ocurre lo mismo, ninguno es un método mágico, el verdadero motor de cambio pasa por la convicción y determinación del propio interesado.